Pobreza: la gran deuda pendiente
Es uno de los problemas aún vigentes en el siglo XXI que no distingue de territorio, país o sociedad, pero que, sin dudas, afecta a algunas personas más que a otras. El interrogante es: ¿acaso a algunos les sirve que exista la pobreza? ¿Acaso estamos luchando contra el problema de la forma correcta?
Durante la campaña electoral, el actual presidente Mauricio Macri habló de “pobreza cero”. Inmediatamente, fueron numerosos los comentarios sobre el entendimiento común de que ello resultaría una utopía, una meta imposible de alcanzar, un sueño histórico que parece nunca vamos a ver realidad. Lejos de cualquier ideología o preferencia política, el hecho amerita un análisis más profundo: ¿Por qué todos pensamos que eso era imposible? ¿Acaso hemos naturalizado la pobreza? ¿Ya hemos bajado los brazos en la lucha por combatirla?
Pensar en la pobreza nos obliga a pensar en la sustentabilidad. Hoy más de 836 millones de personas en el mundo viven en la extrema pobreza. Allí es donde la sustentabilidad debe cobrar más sentido y significado que nunca. Así lo demuestra el hecho de que el primero de los Objetivos de Desarrollo Sostenible declarados por la Organización de las Naciones Unidas, sea “el fin de la pobreza en todas sus formas en todo el mundo”.
En la búsqueda por alcanzar esa meta, son múltiples las acciones que se emprenden a diario en distintas partes del mundo. Pero lo que el documental “Poverty Inc.” nos hace pensar es: ¿estamos haciendo lo correcto? Bajo el lema “Luchar contra la pobreza es un gran negocio. ¿Pero a quién favorece más?”, la producción de Michael Matheson Miller visibiliza una realidad escasamente pensada con anterioridad, un nuevo enfoque para entender uno de los grandes problemas del siglo XXI. Así lo definen sus realizadores: “Toda la visión y todo el paradigma de lo que pensamos sobre los pobres, los supuestos, las creencias, las instituciones se han convertido en una industria multimillonaria. Al igual que cualquier industria, quiere mantenerse en el negocio. Cualesquiera que sean las buenas intenciones de los individuos que trabajan en la industria, su estructuras de incentivo es tal que ayudar a la gente en verdad crea su propia prosperidad en detrimento de las comunidades”.
Las cifras a veces hablan más que las palabras: ¿Cómo es posible que hoy más de 1.000 millones de personas en el mundo viven con menos de un dólar por día mientras que 62 personas (sí sólo 62 personas) tienen el 50% de la riqueza que se genera a nivel global? Independientemente de cualquier interés político o empresarial, la lucha contra la pobreza debe ser un objetivo común de la ciudadanía no en pos del asistencialismo y ayuda externa, sino en contacto directo con quienes la viven en carne propia, trabajando para ellos, pero con ellos. Así lo definen los creadores del filme: “La industria de la pobreza ha caído en un enfoque de ingeniería social para afrontar los problemas, pero la gente del mundo en desarrollo no son problemas a resolver. Se trata de personas con destinos individuales más allá de la mera comodidad material. A menudo, tratamos a las personas pobres como objetos de nuestra caridad o compasión, en lugar de hacerlos participar como sujetos y protagonistas de sus propias historias de desarrollo”.
«POVERTY INC.», EL DOCUMENTAL QUE DIO QUE HABLAR
Obtuvo más de 50 reconocimientos de la industria del cine internacional, y cada uno de sus minutos de proyección generó múltiples discusiones posteriores entre espectadores y realizadores. Si hay algo que define a “Poverty Inc.” es el enfoque distinto con el plantea una problemática tan naturalizada como urgente de resolver: la pobreza. La revista Variety lo definió como “una colección diversa e instructiva de estudio de casos del mundo real”; la propia consultora del Banco Mundial, Myra Khan, aseguró al verlo: “Definitivamente actuaré diferente”; y el cineasta activista Michael Moore fue contundente: “Nunca más verás la pobreza y al Tercer Mundo de la misma forma”. ¿Vos qué dirás, qué harás luego de verlo?
| Artículo publicado en Revista Ecosistema edición Green Film Fest |