Avances alcanzados y debilidades por mejorar: el acuerdo de la COP20

Luego de dos semanas de intenso trabajo, la 20º edición de la Conferencia de las Partes (COP20) concluyó en la madrugada del domingo 14 de diciembre con unborrador consensuado. Sin embargo, el fin de la cumbre sobre cambio climático más importante del mundo significa el comienzo de un trabajo mucho más complejo y específico: el analizar, profundizar y seguir discutiendo dicho documento para llegar a París con el mejor acuerdo posible para todas las partes. ¿Qué dice el borrador consensuado en Lima?

Siendo la 1 de la mañana, entre pasillos del predio del Pentagonito, varias personas se preguntaban “por qué si tuvieron dos semanas para negociar, todo siempre se termina resolviendo a último momento”. Este interrogante, que parece repetirse cada año en las cumbres sobre cambio climático, encuentra en verdad en esta ocasión dos grandes motivos.

Por un lado, durante la primera semana, los obstáculos fueron del orden metodológico. Las partes discutían por el modo en el cual se llevarían a cabo las negociaciones. Y eso que a veces parece una pérdida de tiempo, en verdad lo que busca es que las negociaciones se realicen con la mayor transparencia y democraciaposible. Por otro lado, la posición de los países subdesarrollados y en vías de desarrollo se mantuvo firme ante los países desarrollados respecto a la importancia de respetar la Convención como marco jurídico vigente, reconocer las responsabilidades comunes pero diferenciadas, identificar las responsabilidades históricas, y considerar el grado de vulnerabilidad de cada país frente al cambio climático.

¿Qué de todo esto terminó comprendiendo el borrador consensuado ayer en Lima? Los invito a realizar un repaso por algunos de los puntos más importantes del documento, reconociendo sus avances, pero también señalando sus debilidades, como aquellas que aún se pueden discutir para mejorar.

Se reconoce la Conveción como el marco jurídico base de las negociaciones y el borrador alcanzado. Esto fue un reclamo de algunas de las partes, que solicitaban se mantenga la Convención como base del documento, frente a una intención de algunos países desarrollados de modificar este principio y, con ello, el marco jurídico sobre el cual se firmaría el acuerdo el próximo año.

Se reconocen las responsabilidades comunes, pero diferenciadas. (3. Subraya su compromiso de alcanzar un acuerdo ambicioso en 2015 que refleje el principio de las responsabilidades comunes, pero diferenciadas y sus respectivas capacidades, a la luz de las diferentes circunstancias nacionales). Este punto refleja el pedido de varias partes de asumir en conjunto un compromiso frente al cambio climático, pero de manera diferenciada. Es decir, que todas las partes tienen una responsabilidad de acción frente a la problemática, pero la misma se deberá adecuar a las condiciones de cada país. Al respecto, es interesante recordar el discurso del representante de las Islas Marshall durante las negociaciones: “Mientras ustedes discuten si aprobar o no un documento, mis islas están a punto de desaparecer”.

Se insta a los países desarrollados a brindar apoyo financiero al resto de los países para poder implementar acciones de mitigación y adaptación frente al cambio climático. (4. Insta a los países desarrollados a proporcionar e impulsar apoyo financiero para los países en desarrollo para las acciones de mitigación y adaptación, especialmente a las partes que son particularmente vulnerables a los efectos adversos del cambio climático; y reconoce el apoyo complementario de otras partes). En relación con el punto anterior y la consideración de las circunstancias puntuales de cada país, se trabajará en el apoyo financiero que los países desarrollados deberán brindar al resto de los países para que sea posible la implementación de acciones de mitigación y adaptación. A este respecto, se espera que el Fondo Verde del Clima cumpla un papel preponderante. Se está llevando a cabo su desarrollo y durante el marco de la cumbre, algunos países ya anunciaron sus aportes económicos al fondo.

Se invita a las partes a definir cuál será su contribución nacional determinada de reducción de emisiones. Para el acuerdo que se firme en París, las partes deberán comprometerse a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en una cifra a cumplir determinada. Algunos países ya comenzaron a esbozar dicho número, sin embargo otros ni siquiera pueden estimarlo aún. El borrador señala que dicho compromiso debe ser claro, transparente y alcanzable, y debe expresarse con cifras concretas de valor a alcanzar, año o período del alcance y la metodología a aplicar. La “invitación” aún es demasiado abierta y da a las partes la flexibilidad para seguir postergando los plazos de presentación de su objetivo. Modificar el concepto de “shall” (deber) por el de “may” (poder) le quita responsabilidad y obligatoriedad al asunto. El documento solo esboza que para Noviembre de 2015 se realizará una publicación de los objetivos presentados.

La adaptación se reconoce como un objetivo de igual importancia que la mitigación, sobre el cual trabajar e incluir en las planificaciones nacionales. La adaptación ha sido uno de los grandes reclamos de ciertos bloques para que sea considerada de igual importancia y/o por encima de la mitigación como acción a cumplir.

Los daños y pérdidas se incluyen en el documento, pero de manera separada a la adaptación. Fueron dos de los conceptos más discutidos en los últimos borradores, e incluso causó el malestar de algunas partes tras su exclusión del cuarto borrador. En esta última presentación se incluye a través del Mecanismo de Varsovia de los Daños y Pérdidas. Ante esto, desde Adopt a Negotiator se destaca que aparece de manera separada de los objetivos de adaptación y “con poca fuerza o potencial legal para su real aplicación, ya que no está en el texto principal, sino en el preámbulo”.

La condición de “borrador” del documento es lo que aún debilita el compromiso de las partes. No hay objetivos claros, ni plazos concretos, ni acciones determinadas. Se trata de un documento con algunas “consideraciones” e “invitaciones”. Es un primer borrador (luego de cinco intentos en solo tres días) para que las partes profundicen en el rumbo a París.

El objetivo de obtener un documento consensuado entre las partes que sirva de borrador para el acuerdo que se firmaría en París en 2015, se cumplió en Lima. Sin embargo, el trabajo para las partes recién comienza. El documento aún no termina de expresar los intereses y las necesidades absolutas de todos los bloques, ni de brindar soluciones certeras al cambio climático. El primer paso está hecho, el trabajo de análisis, discusión y mejora comenzó. El objetivo último es que el acuerdo de París sea realmente una manifestación de real compromiso político para empezar a realizar acciones frente al cambio climático.

| Artículo publicado en Sustentator |

Tais Gadea Lara • 15 diciembre, 2014


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